Y es que estábamos el domingo en casita, en pijama y sin muchas perspectivas de salir (la lluvia y el frío, otra vez... ¡y van muchas!), cuando va papá y me dice: "Venga, Alejandra, vamos a quitar el pijama; ve a tu cuarto y elige la ropa." Vamos, ¡qué subidón!, pero... ¿desde cuándo puedo decidir qué me pongo?
Así que, antes de que se arrepintiera, fui corriendo a mi armario y me puse manos a la obra.
Éste es el resultado:
Por cierto, a mamá casi le da un pasmo (¿¿¿camiseta de verano, pantalón azul de terciopelito, zapatos negros y distintos tonos de rosa???). Papá se partía de risa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario