viernes, 29 de mayo de 2009

En el cumple de la tía Laura

Ayer fue el cumple de mi tía Laura y fuimos a pasar la tarde con ella y a desearle un cumpleaños superfeliz. Soplamos las velas, cantamos el pleaños feliz y nos regalaron a las niñas un ventilador chulo, chulo de jelou piti y a los niños un dinosaurio guardachuches que corría solo... ni que fuera nuestro cumple...

Ésta es la cara que puso Laura cuando abrió su regalo y supo que tenía que hacer corriendo la maleta porque en unas horas se iba a pasar tres días a Amsterdam... y sin niños... ¡qué ilusión le hizo!

A mí también me hizo mucha ilusión porque eso significa que Rodrigo se viene a pasar el finde a casa... guau, ¡qué bien lo vamos a pasar!

jueves, 28 de mayo de 2009

oooooéééé, oé, oé, oééé... oé, oééé

Ahora sí... ahora que lo hemos ganado todo, por fin podemos decir:
¡¡¡Visca el Barça!!!

lunes, 25 de mayo de 2009

Chupetitis (2ª parte)

Como ya os conté (véase la entrada de noviembre de 2008), hace unos meses me diagnosticaron una patología que, en su día, fue catalogada como Chupetitis aguda de evolución rápida. Pues bien, aquí me hallo: casi al final del proceso... casi curada. Tengo que decir que no ha sido fácil, no. El camino recorrido ha estado plagado de dificultades, aunque por fin empezamos a ver la luz al final del túnel (y digo "empezamos" porque ésta no es una cuestión sólo mía; esto es cosa de tres, y si no, preguntad a papá y a mamá).
Hasta hace un par de semanas, tenía... ¡¡¡12 chupetes!!!... vamos, que se dice pronto...

... sí, tenéis razón, son muchos, pero es que... los necesitaba...

Como mamá también pensaba que eran demasiados, un buen día decidió por unanimidad que los íbamos a poner en el tendedero para ver si los pajaritos se los querían llevar. Y es que me contó que, como los pajaritos no tienen dientes, necesitan llevar chupete y que como yo ya soy mayor y tengo un montón de dientes, no lo necesito. Bueno, me convenció a medias, porque... ¿a qué viene tanta prisa por regalar mis chupetes cuando hace muchos meses que tengo dientes?; además, yo nunca he visto a ningún pajarito por ahí, volando, con chupete... bueno, supongo que los utilizarán para dormir, como yo... El caso es que los pajaritos debían estar esperando este momento desde hace muuuucho pero que mucho tiempo porque vamos, fue ponerlos y, en lo que dura una siesta, desaparecer. ¡Ah! se me olvidaba, no pusimos todos, no, no me fuera a dar un pataflús de la conmoción; nos quedamos con 3, con mis preferidos: pepe rosa, pepe achul y pepe blanco.

Pues nada, ahí me quedé, solita, con mis tres chupes prefes; y es que, para dormir, necesito tres como mínimo: uno en la boca y luego, uno en cada mano. Sin embargo, para sorpresa de papá y de mamá, a los dos días de haber dado los pepes a los pajaritos, decidí deshacerme también de pepe rosa y pepe achul: los tiré a la basura, sí, sí; y es que, estando un día cenando, de repente me dio por decir que pepe achul estaba roto (en realidad no lo estaba, pero me dio por ahí). Papá me miró y me dijo: pues si está roto, tíralo a la basura. Dicho y hecho, a la basura (al plástico, ¿eh?, que yo reciclo). A la mañana siguiente, hice lo mismo con pepe rosa (éste sí que estaba roto) y hala, a la basura también.
Al final, sólo me queda pepe blanco, mi superfavorito, y de momento me conformo, aunque estos días me está costando más dormirme... eso sí, cuando lo consigo, no hay quien me despierte...

Habrá 3ª parte, pero un poco más adelante, porque primero tenemos otros retos que superar; el siguiente: dormir en cama y olvidarnos de la cuna. Ya os contaré...

lunes, 18 de mayo de 2009

casualidades de la vida, ¿o no?

Hace unas semanas, mamá oyó por la radio cómo recomendaban un libro de poesías de Gloria Fuertes, titulado Antología Poética. A mamá le gusta mucho esta autora (ya tenemos un libro suyo) y cuando llegó a casa, se lo comentó a papá y él se puso a buscarlo para comprármelo. Preguntó en la libreria donde van siempre a comprar los libros y nada, que no lo tenían; así que ahí quedó la cosa, pendientes los dos de ver si lo encontraban por algún lado.
Pues nada, cuál fue nuestra sorpresa cuando el otro día Ana, la amiga de mamá y la cabeza de familia (junto con Javi) de nuestra familia numerosa favorita apareció con un regalo y... ¡sorpresa!, era el libro de Gloria Fuertes que papá y mamá estaban buscando para mí...

Lo que más me gustó: la dedicatoria tan bonita que me pusieron...

Y digo yo: ¿esto qué es?... casualidad, telepatía,... ¿o qué?

¿como cuánto me lo he pasado de bien en el parque?

por la cantidad de arena de mis zapatillas lo sabréis...

... que mamá no se explica cómo soy capaz de andar así...

viernes, 15 de mayo de 2009

De Madrid al cielo

Hoy es San Isidro Labrador, patrón de los agricultores y patrón de Madrid. Como yo soy madrileña (aunque con raíces catalanas, ¿eh?) y mamá también y nos gusta tanto Madrid, a pesar de sus atascos y sus eternas obras, aquí va nuestro pequeño homenaje con esta canción preciosa de Sabina...

jueves, 14 de mayo de 2009

Vestido de chulapa

Con motivo de las fiestas de San Isidro, la abuela me ha hecho un vestido de chulapa, y es que le faltó tiempo a mamá para decirle que en la guarde íbamos a tener fiesta el día 14 y que tenía que ir vestida de chulapa... vamos, dicho y hecho, en 4 días la niña tiene el vestido.
El otro día nos quedamos aquí, ésta fue la primera prueba:

Ésta fue la segunda prueba y aquí es cuando empecé a tomar conciencia de lo que era realmente un vestido de chulapa... me empezó a gustar muuuuuchooooo...

Y por fin, el refinitivo. La abuela y mamá me colocaron todo en su sitio y quedé así de mona:

En la guarde lo pasamos fenomenal comiendo barquillos, bebiendo limonada y bailando chotis, todo al aire libre. Aguanté con el vestido puesto como una jabata y cuando volvíamos de la guarde, mamá me recompuso un poco y me hizo unas fotillos en el jardín de la urba. Eso sí, le costó un poco... uhmmm... sobre todo convencerme de que el pañuelo blanco no iba atado al cuello al estilo pamplonica... que no, Alejandra, que no es una bufanda...

Tan cansada llegué que casi no opuse resistencia cuando mamá me quitó el vestido para dormir la siesta; y digo casi, porque, aunque soy buena, no soy una niña fácil de manejar, no. Bueno, el caso es que dormí como un lirón...

Me gustó tanto que me lo puse también el jueves por la tarde y el viernes. Por cierto...
¿alguien sabe dónde está mi vestido?
Mamá me ha dicho que lo está lavando pero me parece a mí que, para evitar que me lo quiera poner toooooodoooos los días, lo han hecho desaparecer hasta el año que viene...

miércoles, 13 de mayo de 2009

y van cinco

Esta es BABEL, es una oveja y me gusta mucho, mucho.


Ahora estoy convenciendo a mamá para ver si me hace una jirafa, pero ella dice que no tiene calcetines largos y amarillos y que tendremos que esperarnos a la temporada de otoño-invierno... uhmmm... no sé, no sé... ¿será verdad o lo dice para que me calle?

lunes, 11 de mayo de 2009

voy a poner la lavadora

es que... si no hago yo las cosas... ¡¡no las hace nadie!!

Rutinas I: La siesta (2ª parte)

Esta entrada es para la tía Maicamen, que no se cree del todo que me quedo dormida como un zote mientras leo a Teo:

domingo completo

y es que... ¡no hemos parado!
Hemos estado comiendo en casa de los abuelos de mi muy querida amiga Ana y es que... los abuelos no estaban... Dice mamá que esto es como cuando eran jóvenes e indocumentados y aprovechaban que se quedaban solos para hacer fiesta con los amigos en casa... vamos, lo mismo, pero con unos cuantos años más...
Pues eso, que hemos estado allí todo el día y lo hemos pasado fenomenal. Ana y yo hemos estado casi todo el tiempo en el jardín con la moto y el coche y, tan a gustito estábamos, que no nos hemos peleado ni nada (y es que últimamente nos enfadamos un poco cuando jugamos... sacamos nuestro genio... pero vamos, nada serio, ¿eh?). También le dimos a Ana su regalito: un mono que le ha hecho mamá; Ana le puso nombre en seguida: MONA (nada, si no hay como ir al grano...). Creemos que le ha gustado mucho porque, vamos, es que no lo soltó en todo el día (eso es buena señal).

Después, cuando consiguieron sacarme de casa de los abuelos de Ana, nos fuimos a casa de la abuela. Allí, entre prueba y prueba de vestido (es que la abuela me está haciendo un traje de chulapa, aunque yo no sé qué es eso; ya me enteraré, supongo), fui con Manuel a tirar la basura y sacamos a Zarito.

El problema es que se nos hizo tardísimo y como llegué a casa muy cansada, pues monté el pollo en el baño. Bueno, luego se me pasó... es que todavía soy pequeña...

de trona a silla

Me parece que me voy haciendo mayor, así que papá y mamá han decidido transformar mi trona en silla. Me ha dado un poco de pena, pero bueno, mirándolo por el lado bueno, así me puedo bajar y subir "¡¡¡YO SOOOOOLAAAAA!!!" (es mi frase favorita de las últimas semanas).
Decidí ayudar a papá porque, sin que nos oiga, éste tipo de cosas se le resisten un poco...

Ahora sólo me falta aprender a subir y bajar y practicar un poco...

... y se fueron... ¡¡¡sin mí!!!

Pues sí, se fueron lejos, muy lejos, a Ferrol, a la boda de Zaza... y se fueron sin mí... miradlos, qué felices y qué contentos parecen... serán...

Zaza es una amiga de mamá del cole, igual que Eduardo y Berta, y eso significa que se conocen desde hace muchos años... jo, yo también espero conservar así de bien a mis amigos del cole cuando sea mayor...

Pues sí, pues sí, parece que no estuvo nada mal...

¡ah! por cierto, yo mientras me quedé con la abuela, con Rodrigo y con Zarito y tengo que decir que tampoco estuvo nada mal. Papá y mamá tenían sus dudas sobre si me iba a portar bien o les iba a echar de menos porque era la primera vez que me quedaba sola, pero nada, pregunté un par de veces por ellos y al obtener siempre la misma respuesta (cariño, papá y mamá están de viaje y llegan el domingo... ven, vamos a hacer tal cosa y tal otra...), opté por pasármelo muy, pero que muy bien. Hemos sacado a Zarito, salido de paseo, he dormido la siesta en cama (en la de Manuel) y hasta he descubierto que... ¡¡la abuela conduce!!; eso sí, cuando llegaron papá y mamá a recogerme el domingo, ya me encargué yo de hacerles ver que no se pueden ir así, como si nada, y dejarme aquí... ¡vaya miradita de resquemor que le solté a mamá!