jueves, 26 de marzo de 2009

Margarita, está linda la mar...

Ayer dejé a mamá impresionada y eso no es fácil, no, porque mamá es una de esas mamás que piensa que todos los niños hacen más o menos lo mismo y que todos evolucionamos más o menos igual; es decir, que ni soy la más espabilada, ni la más inteligente, ni la más superdotada, ni nada parecido, vamos, que no soy la más, más (objetivamente hablando, claro). Así que, cuando hago "algo nuevo", ella siempre alucina porque se da cuenta de cómo voy creciendo (y, sobre todo, a qué velocidad) pero vamos, no lo vé como algo extraordinario, sino que piensa que es lo normal, lo que toca. Sin embargo, lo que pasó ayer, la dejó realmente impresionada. Os cuento: Desde hace una semana, más o menos, mamá me está leyendo unos cuentos antes de ponerme a dormir la siesta porque llego muy acelerada de la guarde y, aunque estoy muerta de sueño, no me quiero ir a dormir, y cuando ya consigue meterme en la cuna tardo mucho en dormirme, y claro, luego no hay manera de despertarme y me enfado mucho cuando me saca de la cuna y etcétera, etcétera, etcétera; así que un día decidió que me iba a leer un cuento para desactivarme un poquito. Claro, la idea me encantó (ya sabéis cómo disfruto con todas las novedades) y además me leyó dos cuentos de los que sólo se pueden ver con papá o con mamá porque todavía soy muy pequeña para verlos yo sóla (básicamente, porque no sé leer): El elefante encadenado, de Jorge Bucay y Margarita, un poema precioso de Rubén Darío. Pues nada, desde ese día, no perdono: cuento elefante y cuento garita antes de la siesta... y ayer, mientras mamá me leía Margarita, llegó la sorpresa:

Margarita, está linda la mar,/.../Margarita, te voy a contar un... (pausa de mamá)... ¡cuento! (yo misma) :/ (cara de pez de mamá). Anda, mira qué gracia, que Alejandra sabe que ahora va la palabra cuento, claro, es que esa palabra se la conoce muy bien y se lo ha aprendido... bueno, sigamos...

Este era un rey que tenía/un palacio de... (pausa de mamá)... ¡mantes! (yo misma otra vez) :o (cara de superpez de mamá). Bueno, ¿será posible que la niña se sepa el final de cada verso?... sigamos...

una tienda hecha del día/y un rebaño de... ¡fantes! (yo misma, ya sin pausa ni nada) :O (cara de supersuperpez de mamá). Amos que...

Y así todo el poema. Mamá se dió cuenta de que me sabía el final de muchos versos y de todas las estrofas y eso la dejó más que alucinada... pero, ¿qué se ha creído?, ¿que no la escucho?... aaayy (suspiro)... si es que me encanta lo que me lee, es tan bonito... mamá, que ya no miro sólamente los dibujos...

Por cierto, luego se lo contó a papá y... ¡él también alucinó!

mis primos Álvaro y José María

Os presento: estos son mis primos Álvaro y José María... guapísimos, ¿verdad?

Bueno, realmente, primos míos no son... son primos de mamá, sí, sí, que no miento... aunque sean de mi quinta, son primos de mamá porque son los hijos de su tía Elena, que a su vez es mi tía-abuela (lo siento Elena, esto seguro que te hace sentirte mayor ;) -y es que Elena es de la edad de mamá-); por lo tanto, los futuros hijos de mis no primos Álvaro y José María, serán primos segundos míos... ¡ay!, que no, que eso sería si Elena y mamá fuesen primas... entonces, si yo soy sobrina-nieta de Elena, sus hijos, ¿qué son míos?... bueno, pues que no sé...

¿¿¿alguien sabe, genealógicamente hablando, qué son Álvaro y José María para mí???

Como todo esto es muy complicado, he decidido por unanimidad (y por razones de cercanía y afinidad) que Álvaro y José María, a partir de ahora, son mis primos, sí, sí... segundos, pero primos; y es que Elena y mamá, a efectos prácticos, son como primas, así que nada, SOLUCIONADO.

Lo siento mamá, ya sé que cuando nacieron te hizo mucha ilusión porque así puedes decir que tienes dos primos más y todo eso, pero nada... que me los quedo.

¡qué peligro!

de paseo por Madrid... en tren

El sábado pasado, como no teníamos planes, mamá y papá decidieron mientras desayunaban que nos íbamos a ir en tren por la mañana a Madrid, así que me despertaron (eran las 9 y media pasadas) y me dieron la noticia. Buenoooo, me puse como loca, ¡qué emoción!, íbamos a coger el tren... Al final se animaron también los tíos David y Laura y los primos Rodrigo y Laia y... hala, todos pa Madrid.


Jo, me encantó esto del tren... vamos que, cuando llegamos, lo único que quería era subir otra vez al tren: caleeeras, mamá, tren, tra ves
Estuvimos dando un paseito por la estación, que era preciosa y tenía un reloj muy graaande que estaba muy aaalto en el techo. Mamá nos hizo unas cuantas fotos: Laia, tan estilosa como siempre, con su bolso-perro; yo misma, corriendo, para variar; y Rodrigo, guapísimo.

Nos dimos una vuelta, corrimos un rato y para el tren otra vez. Llegamos a la estación de Majadahonda y, en el momento en que papá y yo decíamos adiós al tren desde el andén... ¡ostras! ¡la mochila!... ¡adiós mochila!... diiiooooosss, qué desastre... uff, teníais que ver las caras de papá y de mamá mientras esperaban en la taquilla noticias de la mochila, que viajaba tan pichi destino Villalba... por favor, que no la roben, por favor, que la encuentre el revisor,... hasta rezaban y todo... El caso es que yo tan tranquila, claro, corriendo y buscando flores con Rodrigo y con Laia por el parking de la estación; de vez en cuando entraba, le daba a mamá las flores que había encontrado y le preguntaba por mis platos... ah, claro, es que me compraron unos platos chulísimos que, por cierto, estaban en la mochila y, por tanto, en Villalba o en manos de algún desalmado o vete tú a saber dónde (yo, claro, ignoraba todo esto... afortunadamente):

Pobre mamá, no podía parar de pensar en todo lo que había en la mochila: su cartera, monedero, tarjetero, móvil, llaves de casa, gafas de sol de papá, mi abrigo vaquero, mi chaquetita gris (esa tan mona), mi comida, todas mis cosas (pañales, toallitas, chupete, ...) y, por supuesto, los platos... a ver cómo le explicas a la niña que los platos ya no están, que han desaparecido... esto era lo que más temían... Bueno, al final, la mochila fue interceptada en Villalba... uffff, alivio... así que para allá que nos fuimos a buscarla y se nos hizo tan tarde que papá y mamá decidieron que comíamos en la terracita de El Mingui. Como veis, la historia no acabó nada mal.

Por cierto, además de todo esto, tuvimos un par de percances: papá se quedó pillado con las puertas de la máquina donde pasas el billete y se hizo mucho daño (se enfadó un montón) y la tía Laura, aprovechando la coyuntura, "se coló" con Rodrigo sin billete... luego sólo hay que poner cara de tonto y de "no hemos cogido un tren de éstos en la vida" cuando el revisor te pide los billetes y sólo hay tres "ticados" en vez de cuatro.

viernes, 20 de marzo de 2009

¡¡buelo quita manta osso achul!!!

no comment

abuelo, no te enfades... que esto empieza a ser un clásico

jueves, 19 de marzo de 2009

p de papá

Nos conocimos un 4 de enero de hace un par de años y tengo que decir que lo nuestro fue amor a primera vista y es que... papá es genial... y si no lo creéis, echad un vistazo:

Me ha dicho mamá que papá también fue pequeño... sí, sí, que no miento... hemos rescatado esta foto para demostrároslo:

¿a que era guapo?

miércoles, 18 de marzo de 2009

18 de marzo

Hoy es 18 de marzo y es un día muy importante para mamá. Hoy era el cumpleaños de su abuelo José y de su amiga Olga y ella está triste porque ya no puede celebrarlo con ellos. Aún así, yo he pensado que lo vamos a celebrar igual, porque es la única manera de que sigan formando parte de su vida y es que, yo sé que ella piensa que, mientras sigamos acordándonos de ellos, ellos no se habrán ido del todo... así que nada, recordaremos al abuelo José, mi bisabuelo, sentado en el sofá de casa de la abuela con Earvin a sus pies y "llorando" con las películas de Chaplin; y a Olga con su eterna y preciosa sonrisa... dice mamá que es una suerte tener esas imágenes grabadas en la memoria y poder recordarlos así...

martes, 17 de marzo de 2009

no comí aafalda

Estaba claro: no comí aafalda. Cuando mamá me estaba cambiando después de la siesta me pilló (calcetín manchado de tomate) y al final tuve que confesar: había comido arroz con tomate y manzana (esto sí coincide con el menú); así que nada, ahí está mamá, toda ofuscada porque se ha dado cuenta de que la puedo engañar fácilmente... si es que digo las cosas tan, pero tan convencida y con tanta seguridad que... ¡como para no creerme!...
... por cierto... ¿qué es aafalda?

lunes, 16 de marzo de 2009

¡¡¡a booooooollo!!!

Ayer vino mi amigo Marcos a comer a casa con sus papás Santi y Paloma. Lo pasamos muy bien y jugamos mucho, aunque... se nota que es un chico, porque... ¡es un poco bruto!... y es que estaba yo tan tranquila balanceándome en mi hamaca cuando oigo a mi espalda:
¡¡¡¡a booooooooooolloooooooooo!!!!
y de repente... ¡zas!... Marcos encima mío espachurrándome "toa". Al principio me asusté un poco, aunque luego se me pasó y aprendí a tirarme yo también "a bollo". Bueno, creo que la culpa no es del todo suya, sino de su papá, que le enseña este tipo de cosas (esto me lo ha dicho mamá :) ).


he comido aafalda

Acabo de volver de la guarde y, como siempre, mamá me ha preguntado en el coche que qué he comido. He comido aafalda;
- ¿cómo, Alejandra?
- aafalda
- ¿cóóóómo?
- aafalda
- : / (cara de pez de mamá)
Tan desconcertada la he dejado que, nada más llegar a casa, ha ido directa al frigo a mirar el menú de esta semana, pero vamos, como si nada... nada parecido a aafalda.
Aún así, tan convencida se lo he dicho, que ella está segura de que realmente he comido aafalda.

miércoles, 11 de marzo de 2009

¿tengo novio?

... uhmm... espero que no... creo que soy demasiado joven... de momento, Marcos y yo sólo somos amigos (ese de momento no le ha gustado nada a mamá, y mucho menos a papá... ja,ja... tranquilos, ¡que es una broma!)

Atrapa a un ladrón (bueno, a una ladrona)

Esta soy yo "robando" los calzoncillos de papá del montón de ropa para doblar:

Viernes gastronómico

Los viernes son el DÍA GASTRONÓMICO DE LA SEMANA. Os explico: hace unas semanas los viernes eran el día del pollo, pero a día de hoy, son el día de la pizza. Papá, sin ninguna duda, prefiere la pizza al pollo, y no sólo porque el pollo no le gusta, no, es que llamábamos a los viernes el día del pollo precisamente porque ese era el día en que yo le montaba el pollo allá donde estuviéramos. Y es que claro, yo, en mi defensa, tengo que decir que mal día eligió para querer ir con su niña a dar un lindo y agradable paseo por el pueblo; porque claro, los viernes son unos días muy duros después de una larga e intensa semana: duermo la siesta en la guarde, con lo que eso implica (en vez de dos horas y media o tres, duermo una hora/hora y media) y luego voy a la pisci y ahí "me vacío", vamos, que no paro (ya os contaré, ya). Entonces, va papá y como es viernes y ha salido pronto de trabajar y tiene "ganas de niña" después de toda la semana, cuando mamá y yo llegamos de la piscina, se emociona y hala, a la calle, a dar un paseo, al parque o de compras y recados. Yo encantada, claro, pero cuando va pasando el rato, como que me empiezo a torcer... que ya no quiero ir de la mano, que ahora corro sin parar, que ya no hago ni caso, que me tiro al suelo, que tiro la sillita,... vamos, que MONTO EL POLLO... si es que estoy tan cansada... A todo esto, tengo que decir que mamá no suele estar, porque ella dice que ya tiene suficiente con todo el lío de la piscina y que acaba bastante cansada, así que sólo se lo monto a papá.Pero bueno, eso últimamente ha cambiado y ahora ya me porto mejor porque sé que cuando llegamos a casa después del parque, toca PIZZA!!! Desde que mamá vio que en la guarde un día hicimos pizza entre todos, se le ocurrió que me podría gustar hacerla yo sola en casa, así que nada, dicho y hecho:

... ahora, a limpiar un poquito...

... y después del baño... ¡a senaaaaaaaarrrrr!

Como veis, me lo tomo muy en serio. Por cierto, después de hacer la pizza y de disfrutar tanto haciéndola, no como nada, pero nada de nada... es que no guta.

domingo, 1 de marzo de 2009

Nuevas incorporaciones

Os presento a CEBRA MARY TODD y ARDILLA OJOS

Como podéis ver, mamá se lo está currando, ¿eh? Bueno, la verdad es que yo la obligo un poco. Os explico: cuando mamá acabó de hacer a Leopoldo, yo le dije "mamá, aser, libro", es decir, mamá, coge el libro (se ayuda de uno, claro, porque es habilidosa, pero no tanto) y hazme otro muñeco, y ella, la pobre, ¿cómo se va a negar?; pues hala, coge el libro, elegimos muñeco y ¡a coser!. Claro que, en mi defensa, tengo que decir que a ella le encanta, porque se pone por las noches (cuando yo ya estoy durmiendo) y se relaja un ratito cosiendo, aunque sé que se pica un poco y que más de una noche se ha quedado hasta las tantas cose que te cose... no me extraña que los haga en dos días... y es que cada vez le salen mejor, se está convirtiendo en una experta...

Ah, sé que lo hace por la noche porque me lo ha dicho un pajarito; además, por la mañana me enseña los avances y me lo explica todo: mira Alejandra, aquí están las patas, los brazos, la cabeza,... ahora tengo que coser la cabeza al cuerpo, aquí pondré las orejas, etc., y yo me pongo muy nerviosa; tanto que, por ejemplo, con la ardilla, cuando ya estaba prácticamente acabada (¡y es que sólo le faltaban los ojos!) me puse a gritarle a mamá al volver de la guarde: mamááááá, ojos, mamá, ooooojoooosssss, y tanto le grité y tan pesada me puse, que mamá (bastante enfadada, por cierto) cogió la ardilla, la caja de costura y le cosió los ojos en un santiamén... que vamos, que no sé por qué se enfadó tanto... total, si lo cosió en un momentico (como diría Cannita, mi bisa)... de ahí el nombre: OJOS.