domingo, 25 de abril de 2010

XX

¡¡¡ENHORABUENA PIPIS!!!

los problemas de mamá con la lavadora

Últimamente mamá debe estar algo enfadadilla con la lavadora, porque si no, no me explico cómo en tan poco tiempo ha estropeado tantas cosas. Bueno, vale... quizás he sido un poco exagerada, tampoco han sido tantas, pero es que... ¡¡eran cosas mías!!!.
¿Os acordáis de mis zapatillas de estar por casa rosas?, ¿esas que eran tan monas?, ¿las que eran iguales que las de mamá?... bueno, pues después de pasar por la lavadora... ya no son rosas, no; ahora son de un color indeterminado, algo así como gris tirando a azul clarito (vale que estaban sucias, pero... ¿tanto como para lavarlas a 50ºC?). Esto se lo he perdonado, fundamentalmente por dos razones: la primera es que las zapatillas de mamá también estaban en la lavadora; así que "mal de muchos, consuelo de tontos", y es que ya se sabe que "las penas con pan son buenas". La segunda razón es que tampoco han quedado tan mal; mirad qué bien quedan con este pijama tan mono que acabo de estrenar:

Sin embargo, lo siguiente que me ha estropeado ¡¡¡NO SE LO PERDONO!!! Y es que la víctima ha sido Rosita y... ah, todito te lo consiento menos que toques a mi Rosita... "con la Iglesia hemos topao" (uy, qué refranera que estoy, ¿no?). Vale... admito, de nuevo, que estaba muy sucia (hasta le había vomitado un poco de biberón encima), pero mamá... ¿era necesario lavarla a 40ºC?
Así quedó después de pasar por la lavadora:

Como mamá se sentía muy culpable, la ha rehecho casi entera; faltan los brazos, que los ha dejado para otro día. Al final ha quedado super blandita y mullida (aunque también un poco gordita)

Casi no le entra el jersey nuevo que le ha cosido mamá (pues sí que se debía sentir culpable...):

viernes, 23 de abril de 2010

un libro y una rosa

Hoy es el Día del Libro, y como manda la tradición, lo hemos celebrado juntos en casita; todos hemos recibido una rosa y un libro.

Hasta en la guarde lo hemos celebrado: hemos leído cuentos y hemos hecho un marcapáginas (un conejito que he pintado de rosa y naranja). Está claro que esta tradición catalana cada vez goza de más popularidad aqui, en "los madriles", y eso me encanta.

Por cierto, ayer, día 22 de abril, fue el Día de la Tierra. Bonito día para recordar y para celebrar. El año que viene haremos algo; lo prometemos.

martes, 6 de abril de 2010

¿Pipis o... pipis?

Ayer mamá me estaba peinando tranquilamente por la mañana cuando de repente... un grito: ¡aaahhhh!!!... ¡¡¡un pipi!!!... silencio absoluto... y mamá (con una cara de asco digna de ser vista) peinando, mirando, escrutando... de arriba a abajo, de izquierda a derecha, en diagonal... yo no entendía nada. Ante mi cara de estupor, mamá, con voz solemne, me dice: Alejandra, creo que tienes pipis en el pelo. Toma ya, ahora sí que no entiendo nada: ¿Qué hacen Los Pipis en mi cabeza?; pero... ¡si no caben!. ¿Los Pipis aquí?, le pregunto a mamá señalándome la cabeza. Mamá, dándose cuenta de mi confusión, se encargó de tranquilizarme; No cariño, esos Pipis no:

Éstos son los pipis que tienes:

¡Jo, qué lío!; la verdad es que preferiría tener a Los Pipis de siempre: son más guapos, más simpáticos y me hacen regalos así, sin ser mi cumple ni nada; por no hablar de las chuches, claro... Además, eso de tener bichitos en la cabeza, como que no mola. Al principio no me importó demasiado, hasta me hacía gracia, bichitos en el pelo, ji, ji (mamá estaba alucinada, porque siempre me llama meri melindres, de lo fina que soy); pero luego ninguna: vinagre en la cabeza, aceite de no sé qué, loción antipipis toda la noche, todos los peluches, gorros y demás enseres en cuarentena,... y eso sin contar el peine infernal que me pasa mamá por la noche.
Después de todo esto, sólo espero que en breve demos por finalizada la CRISIS PIOJOSA.