domingo, 25 de abril de 2010

los problemas de mamá con la lavadora

Últimamente mamá debe estar algo enfadadilla con la lavadora, porque si no, no me explico cómo en tan poco tiempo ha estropeado tantas cosas. Bueno, vale... quizás he sido un poco exagerada, tampoco han sido tantas, pero es que... ¡¡eran cosas mías!!!.
¿Os acordáis de mis zapatillas de estar por casa rosas?, ¿esas que eran tan monas?, ¿las que eran iguales que las de mamá?... bueno, pues después de pasar por la lavadora... ya no son rosas, no; ahora son de un color indeterminado, algo así como gris tirando a azul clarito (vale que estaban sucias, pero... ¿tanto como para lavarlas a 50ºC?). Esto se lo he perdonado, fundamentalmente por dos razones: la primera es que las zapatillas de mamá también estaban en la lavadora; así que "mal de muchos, consuelo de tontos", y es que ya se sabe que "las penas con pan son buenas". La segunda razón es que tampoco han quedado tan mal; mirad qué bien quedan con este pijama tan mono que acabo de estrenar:

Sin embargo, lo siguiente que me ha estropeado ¡¡¡NO SE LO PERDONO!!! Y es que la víctima ha sido Rosita y... ah, todito te lo consiento menos que toques a mi Rosita... "con la Iglesia hemos topao" (uy, qué refranera que estoy, ¿no?). Vale... admito, de nuevo, que estaba muy sucia (hasta le había vomitado un poco de biberón encima), pero mamá... ¿era necesario lavarla a 40ºC?
Así quedó después de pasar por la lavadora:

Como mamá se sentía muy culpable, la ha rehecho casi entera; faltan los brazos, que los ha dejado para otro día. Al final ha quedado super blandita y mullida (aunque también un poco gordita)

Casi no le entra el jersey nuevo que le ha cosido mamá (pues sí que se debía sentir culpable...):

No hay comentarios: