miércoles, 30 de septiembre de 2009

mamááááá... ¡¡¡iguales!!!

Las compramos el otro día en el mercadillo medieval que pusieron en las fiestas.

Me encanta tener las mismas que mamá y que vayamos iguales. Ya lo hicimos en verano, y es que mamá me compró un vestido igual a uno que tenía ella (solo que de otro color)... íbamos igualitas y a mí me encantó; tanto, que luego pretendía que todos los días fuéramos igual vestidas. Me costó entender que sólo teníamos un vestido igual...
Ahora estoy intentando convencer a papá para que se compre unas iguales y todas las noches, cuando mamá y yo nos ponemos las nuestras, le persigo diciéndole: papáááá, a comprá sapatilla d'está por casa iguale... y rosas..., claro; pero creo que no está muy por la labor... no sé si porque son rosas o porque abrigan mucho y se le cuecen los pies (es que él es muy caluroso y siempre tiene los pies calentitos).

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