Las fiestas de mi pueblo

Y es que, aunque nací en la capital, soy de pueblo (y a mucha honra, por cierto); bueno, de todo lo pueblo que se puede ser viviendo en una ciudad como Majadahonda, claro. Aún así, intentamos hacer una vida lo más pueblerina posible (es lo que tiene vivir en el centro) y vamos a todas partes andando y paseando; así que, cuando empiezan las fiestas, las vivimos a tope, como en los pueblos de verdad. Como cada vez soy más mayor (ya lo sé, está mal dicho, pero es para darle más énfasis al asunto), cada vez las disfruto más. Entre el mercado medieval, los guiñoles y la feria, he estado entretenida toda la semana. Y eso que me he perdido aposta el pasacalles, ya que el año pasado me dio mucho zuzto y tuve hasta pesadillas por la noche (papá dice que cómo no iba a dar miedo, con lo cutre y lúgubre que era); y me han hecho perderme, aposta también, los castillos hinchables y el trenecito con la excusa de que me iban a aplastar el resto de niños (mentira cochina, es que no querían esperar; total, por 200 ó 300 personas que debía haber en cada cola... el año que viene no os libráis, ¡¡que lo sepáis!!).

Bueno, de todas formas, no he parado: hemos salido todos los días, hemos hecho rico al de las tortugas y los caballitos (a 2,50 € por viaje durante 4 días seguidos montando un mínimo de 2 veces por día...) y hemos quemado el resto el fin de semana en la feria. Además, he estado mucho tiempo con los primos... vamos, que he sido plenamente feliz (bueno, siempre lo soy, pero estos días, todavía un poquito más).

Todas las fotos

(bueno, todas no, que tenemos para aburrir...)

El año pasado viendo el pasacalles... no guta, no guta

Viendo los guiñoles casi le saco los ojos a papá; ayy, es la emoción, los nervios, es que lo vivo todo mucho...

Dando vueltas sin parar en las tortugas y los caballitos

En la feria con los primos

De copas en el chiringuito (jo, mamá ya nos imagina dentro de unos años haciendo esto mismo, pero sin agua ni zumo en los vasos, con algún que otro líquido-elemento...)

Dice mamá que esta imagen da que pensar: ciñéndose única y exclusivamente a la foto, el trinomio chiringo de Izquierda Unida-cochazo supertodoterreno-¡¡matrícula de Andorra!!, cuanto menos, resulta contradictorio (no he entendido nada, vamos)

Otro día en la feria

Se me olvidaba deciros que mamá tardó más de una hora en levantarme el lunes por la mañana; no había manera, hasta se enfadó un poco (¿o un mucho?)... es que estaba cansaaaaaaaada...