martes, 27 de julio de 2010

San Joaquín y Santa Ana

Ayer, día 26 de julio, fue el santo de papá, el día de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos del Niño Jesús. Haciendo un poco de historia, podemos decir que la fiesta, en un principio, se celebraba el 20 de marzo. Luego, en 1738 se trasladó al domingo siguiente al 15 de agosto (Asunción de la Virgen); y finalmente, a principios del siglo XX, el Papa Pío X la fijó en el día siguiente de la Asunción, el 16 de agosto. Sin embargo, a raíz de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, en 1969, se unió la conmemoración de los padres de María en una única fiesta, la del 26 de julio. Todo esto lo cuento porque papá siempre dice que su abuelo Joaquín celebraba el día de su santo el 16 de agosto, aún cuando cambiaron la fecha. Por eso yo creo que a él le hace más ilusión si le felicitamos ese día. Bueno, no prometemos nada, pero intentaremos acordarnos. Por si acaso, yo ayer le di muchos besos de santo:

Por supuesto, con mi equipación de fútbol puesta, ¡faltaba más!
Por cierto, FELICIDADES a todas las Anas, a todos los Joaquines (aunque yo sólo conozco a papá) y a todos los AGÜEEEEELOS.
Nota: No entiendo por qué ya no echan fútbol en la tele cuando decido ponerme mi equipación. Hasta hace unos pocos días no había problema: me ponía mi camiseta y a ver a La Roja...