El viernes pasado mi muy querida amiga Ana cumplió 2 añitos y estuvimos celebrándolo. Fue una celebración un poco rara porque, como ya os he contado antes, primero estuvimos "de pruebas" en la pelu de sus papás. Nos cortaron el pelo y a mí me hicieron un peinado muy chulo aunque un poco pegajoso (me pusieron gomina). Cuando acabaron de cortar el pelo a los primos de Ana (también hicieron de conejillo de indias), nos fuimos al McDonald's, que, según parece, es un sitio archiconocido por todo el mundo infantil mundial... menos por mí, claro (hay tantas cosas que me quedan por descubrir...) y allí me puse tonta a patatas; para muestra un botón:
Para que conste: la foto de mi primer cumpleaños en McDonald's CHISPAS (intuyo que no será el último, no).
Luego vino Elsa, la mamá de Ana, con una tarta y hala... ¡a soplar!
Soplamos tantas veces y con tanta fuerza que, según cuentan las malas lenguas, dejamos una capa importante de babas por encima... serán exagerados...
Por cierto, la tarta estaba buenísima...
Bueno, ya sólo nos queda darle el regalito a Ana (mamá está en ello) y desearle que cumpla muchos más...
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